Las gafas de ciclismo son uno de esos elementos imprescindibles que nos deben acompañar en cada salida, no sólo porque nos protejen del sol, sino también porque lo hacen del aire, insectos, ramas, vegetación o incluso piedras que pueden salir despedidas de nuestras ruedas o de las de nuestros compañeros cuando vamos a rueda.

Es entendible e inevitablemente que en un deporte como el MTB las gafas se ensucian con polvo, barro o sudor y debemos limpiarlas más seguido para protegerlas y que no se arruinen.

Como debemos cuidar nuestros lentes, lo mejor es lavarlas con agua tibia y jabón neutro, haciendo hincapié en las lentes, o zonas como las patillas de goma del marco o el puente de la nariz donde la transpiración suele convertirse en un agente corrosivo,  luego las secamos con un paño limpio, distinto al paño de microfibra o la funda ya que suele estar sucio del mismo uso.

Otra recomendación es no quitar la suciedad en seco porque pueden rayarse ni utilizar productos de limpieza, limpiacristales o alcohol, tampoco es recomendable utilizar papel para limpiar las gafas ( higiénico o de pañuelos) ya que con la humedad se deshacen y suelen quedar restos sobre los lentes. Por eso siempre lo mejor es utilizar un paño de tela suave para secarlas y limpiarlas.